lunes, 5 de enero de 2009

EL CIELO AZUL TIENE PUESTAS DE ROJOS ATARDECERES




Hoy José Miguel Insulza Salinas, Secretario General de la OEA (PS) ha declinado su precandidatura presidencial a favor del Senador y Ex presidente de Chile, don Eduardo Frei Ruiz-Tagle, quien se perfila en inmejorable posición como el futuro candidato presidencial de la Concertación de Partidos por la Democracia, para este año electoral.
Que se puede decir sobre este hecho, varias cosas, para empezar, que era predecible. La mejor posición de Frei en las encuestas, y su mayor opción de crecimiento hacia un centro-centro o centro-derecha, lo hacía y lo hace, sin lugar a dudas, el mejor candidato.
Esto obviamente sustentado en una Democracia Cristiana que aunque sea en lo aparente se ve más ordenada. Además, su instalación como candidato, formando equipos programáticos, asumiendo un ambicioso proyecto de reforma constitucional, abriendo un espacio de participación a los parlamentarios más críticos del bloque PS-PPD, han afirmado a Frei como un candidato que suma voluntades, recabando apoyos. Por lo que sólo le queda al frente la feble precandidatura del Senador José Antonio Gómez, para convertirse en candidato único.
Sin embargo, esta candidatura no está exento de riesgos y de amenazas, debemos recordar los proyectos individuales de dirigentes del partido socialista que se han levantado incluso, ante la posibilidad de que fuera el ex presidente Lagos o el ex ministro Insulza, el candidato del bloque PS-PPD.
Las candidaturas de Navarro y de Jorge Arrate, pueden desencadenar en un desorden innecesario que hace imprescindible para la mesa del Partido Socialista el orden y la disciplina, lo que lamentablemente, la mesa del partido socialista no ha logrado instalar.
Siendo Camilo Escalona el Presidente del partido, señaló que el próximo candidato de la concertación debería ser un democratacristiano, sin la capacidad en su momento de explicar talvés adecuadamente. Luego, tempranamente se jugó por la candidatura de José Miguel Insulza, generando roces al interior del PS, en donde la opción de que fuera Ricardo Lagos el candidato, era aun muy fuerte y conspirando contra la gestión en la Secretaría General de la OEA.
En medio de todo este proceso de instalación dentro del progresismo laico, de sus candidaturas presidenciales, aparecen las elecciones municipales, en las que por primera vez, aparece la concertación dividida en dos listas. La agrupación además no es por afinidad ideológica, terminando el PS y la DC juntos, dando una señal mas potente al mundo concertacionista de que en el futuro ambos partidos tendrán más puntos de confluencia.
El enfrentamiento entre socialistas y pepedés por imponer su propio candidato, termina resquebrajando lo que ya estaba frágil, y sumado a ello, la candidatura de Gómez no hace más que mostrar la desaparición del concepto de bloque progresista con la frase: “se acabo el 3 a 1 en la concertación”. El desorden en el mundo socialdemócrata, y la falta de visión de sus dirigentes a la hora de encontrar una salida diáfana a un escenario complejo, ha hecho, que la responsabilidad de entregarle a la concertación un quinto gobierno quede en manos de la Democracia Cristiana, el partido que más desgaste ha evidenciado en estos años, pero también existe la posibilidad de que sea el factor de repunte necesario para poder volver a ser el partido más importante de la concertación. Pero para ello, este mismo mundo que le entrega el mandato, tendrá que participar activamente en la campaña, desde la conformación de equipos, la elaboración del programa, el trabajo de base, y por supuesto en la lucha férrea de mantener dentro de la tienda concertacionista los votos del mundo social de izquierda que se verá tentado de votar por estas figuras provenientes del PS, si es que no son canalizadas institucionalmente sus propuestas. Es el PS el llamado a tan compleja misión, ya que la votación de Chile Primero es marginal, y además, no se visualiza un candidato presidencial aun dentro de sus filas. Y por otro lado, la posibilidad de que Frei sea el candidato de la concertación, hace al PRI, ex colorines, dudar de su proyecto de centro, o al menos, a su electorado. Por otro lado, las críticas de ciertos sectores del socialismo al perfil más de derecha del Senador Frei, debe ser contrarrestado, con la participación de los socialistas en todas las fases de la campaña. Por eso, hoy el Partido Socialista, tiene que teñir de rojo el cielo azul, cuando caiga la tarde, porque sino, sin ese tinte necesario para la candidatura del senador Frei, se viene la noche.